El español jurídico como lengua de especialidad tienen unas características propias que, cualquiera que pretenda trabajar con este tipo de lengua, debería conocer. En esta unidad vamos a aprender cuáles son esas características que hacen que el español jurídico sea tan particular.
Antes de hacer los ejercicios, te recomendamos que leas atentamente la siguiente presentación y, en caso de duda, puedes dejar un comentario para que el profesor pueda responderte.
Fuentes clásicas y modernas del español jurídico
El español jurídico tiene influencias de cinco lenguas, principalmente. Estas son: el latín, el griego, el árabe, el inglés y el francés.
En cuanto al latín, encontraremos latinismos, es decir, palabras que se mantienen en el latín original y, además, palabras que vienen del latín pero que se han españolizado o traducido al español actual, como por ejemplo abogado, heredar, delito, etc. Esto ocurre con las otras lenguas que han legado palabras y expresiones al español jurídico. Por ejemplo, del inglés tenemos palabras en español como arresto, que viene de arrest o, del francés, cotizar, de coter.
En el siguiente ejercicio podrás trabajar con algunos ejemplos:
Aquí tienes una lista de los latinismos más frecuentes del español jurídico. Después de revisarla, puedes hacer el siguiente ejercicio:
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